II Congreso de Análisis Crítico del presente. El periodismo en las democracias de nuestro presente

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PROGRAMA

11:00 h. Inauguración.

11:30 h. Andreu Varea (Periodista). El día a día del periodista.

16:00 h. Jesús Salvador Palanques (Universidad de Alicante).

Democracia e Idea de España en la historia del tiempo presente.

17:30 h. Presentación de novedades: Dios y la democracia de Miguel Ángel Castro Merino.

18:30 h. Presentación del Número 10 de Revista Metábasis.

Mesa redonda. El periodismo en las democracias de nuestro presente.

Revista Metábasis convoca a sus lectores y seguidores a participar en el II Congreso de análisis crítico del presente, que estará dedicado al siguiente tema: El periodismo en las democracias de nuestro presente. Pretendemos continuar los designios de nuestro I Congreso, dedicado a El estatuto científico de la Literatura, con un tema intersecto o involucrado en el mismo, como es el del periodismo.

PREÁMBULO.

Entenderemos por «periodismo», en referencia a las democracias de nuestro presente, a la actividad desarrollada por los «periodistas», considerados como los profesionales que obtienen el título de licenciados o doctores en una Facultad de Ciencias de la Información.

Ciertamente, no sólo son considerados como periodistas los citados profesionales, sino también los que colaboran regularmente en los medios de comunicación (prensa, radio, televisión), sin disponer del citado título facultativo; incluso cabría citar dentro del rótulo «periodismo» a toda una tradición literaria, que abarcaría a diversos géneros (crónicas, misceláneas, ensayos, semanarios), ahora desbordados y subsumidos en el periodismo global, en formatos que van prescindiendo de la escritura y se apoyan mayoritariamente en lo audiovisual: los tradicionales «diarios de la mañana» se apellidan desde hace tiempo «diarios globales», y muchos de ellos ya no utilizan el soporte tradicional sino el de internet. En cualquier caso, la condición de «periodista facultativo» ha superado a la del «periodista informal» (ensayistas, dramaturgos o novelistas como Unamuno, Ortega, Pérez de Ayala o Arangúren, desempeñaron esta labor hasta no hace tanto tiempo, incluso en el contexto de la democracia de 1978), en el contexto de las sociedades democráticas de nuestro presente.

El «periodista facultativo», investido de unos poderes éticos y deontológicos similares a los del clero regular en la Edad Media, se siente orgulloso de su condición y se considera una figura no solamente necesaria, sino capaz de adoctrinar a las masas democráticas en los más variados temas. Unas temáticas universales, aunque siempre orientadas a la actualidad constituida por las noticias, ya sean de materia política, económica, social, cultural, científica o histórica, siempre que tengan alguna referencia a la actualidad, la novedad, que sean en definitiva noticia.

Además, los «periodistas facultativos», frente a los «periodistas informales» que usaban procedimientos genéricos, como el ensayo, utilizan metodologías mucho más definidas, más próximas a las metodologías «científicas», con las que pretenden asociarse a los gremios de jueces, historiadores, científicos, sociólogos o policías «científicos». Una metodología consistente en la «constatación de datos» en la que se apoyan las opiniones, considerados totalmente pertinentes y oportunos. No obstante, es innegable que los «periodistas facultativos» disponen de un amplio conocimiento, actualizado y preciso, de la historia política reciente, tanto nacional como internacional. Un dominio sobre los hechos del presente que constituye su principal característica, excluyendo así a los profesionales de otros saberes, a quienes en todo caso se les considerará a título de meros invitados a tertulias o reportajes, «expertos» que utilizar como fuente de autoridad de sus opiniones.

Los «periodistas facultativos», en virtud de su constitución como gremio poseedor de una metodología propia, excluyen de la élite de la que forman parte a a quien no la posea, y no tanto por carecer de un título, sino por no «engranar» con la escala de asuntos que constituyen la materia sobre la que trabajan las nuevas élites. Quien no sea «periodista facultativo» no puede, en suma, opinar con fundamento. La influencia de estas élites periodísticas es muy grande y creciente, incluyendo no sólo a los periodistas locales o regionales, sino a las masas democráticas que forman su opinión a través de la verdad expresada por dichas élites. Unas élites que no solo se remiten a los campos generalistas citados, sino también a campos presuntamente especializados, como los del deporte o las antaño «crónicas de sociedad» o «revistas del corazón».

Estas élites periodísticas distan mucho de ser neutrales, puesto que ellas mismas actúan según los cauces de unas cadenas de medios de comunicación (prensa, radio, televisión, internet) que responden a una ideología determinada, marcada por los respectivos grupos de comunicación. Incluso, yendo más allá, hay que decir que estas élites adoptan una ideología de naturaleza filosófica, una suerte de nebulosa ideológica que agrupa a las ideas fuerza de las democracias de nuestro presente, que por supuesto nunca atacarán a la democracia misma ni a sus presuntos fundamentos (gobierno del pueblo, democracia como fuente de todos los valores, infalibilidad de la elección de representantes, oposición a cualquier tipo de procedimiento autocrático, etc.).

Como conclusión, habría que considerar a las élites periodísticas, conformadas por los «periodistas facultativos», como las fuentes de las que se nutre la filosofía mundana del presente; filosofía que constituye en realidad una confusa nebulosa ideológica que agrupa a las ideas fuerza de nuestro presente: democracia, paz, felicidad, cambio climático, etc.; ideas que quienes las perciben desde el interior de la nebulosa las consideran como principios luminosos, que no admiten genero alguno de duda o incertidumbre.



LÍNEAS DE DEBATE.

Sentadas estas bases, proponemos las siguientes líneas de discusión para este II Congreso:

  • El «periodismo informal» (crónicas, relatos, misceláneas, ensayos) como precedente del «periodismo facultativo».
  • Periodismo y soportes: pergamino, manuscrito, prensa, radio, televisión, internet…
  • Periodismo y verdad. ¿Es posible atribuir alguna franja de verdad al periodismo?
  • Periodismo científico: ¿obra de periodistas, divulgadores científicos o de «hombres de ciencia»?
  • El periodismo y las ideas fuerza de nuestro presente: Fundamentalismo democrático, Fundamentalismo científico, Felicidad, Pacifismo, cambio climático, etc.
  • El periodismo y su intersección o involucración con otras disciplinas: la literatura, las ciencias, la política, la historia, etc.
  • El estatuto científico del periodismo. Periodismo y «Ciencias de la Información».

ESTRUCTURA DEL CONGRESO.

Este II Congreso de análisis crítico del presente celebrará sus sesiones de forma sucesiva, en una misma sala, intentando facilitar la participación y la discusión de los asistentes. Está previsto incluir en el programa del mismo actividades tales como conferencias, mesas redondas y sesiones de discusión.



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ISSN 2605-3489