
— Responde ahora al que sostiene que la injusticia es
ventajosa al hombre formado de esta manera, y que de
nada le sirve ser justo. Digamos que es como si se pretendiese que es ventajoso para él alimentar con esmero y fortificar al monstruo y al león, y debilitar al hombre dejándole morir de hambre, de manera que esté a merced de los otros dos, y puedan llevarle y traerle á donde les acomode; y añadiremos, ¿no equivale esto a sostener y afirmar que en lugar de acostumbrarles a vivir juntos en un perfecto acuerdo, vale más dejarles batirse, morderse y devorarse los unos a los otros?
—El que alaba la injusticia, en realidad no dice otra cosa.
—Recíprocamente, decir que es útil el ser justo, equivale a sostener que el hombre debe, con sus discursos y sus acciones, trabajar para dar una autoridad superior sobre sí mismo al hombre interior [el filósofo], y conducirse con este monstruo de muchas cabezas como un entendido labrador, auxiliándose de la fuerza del león, para impedir el crecimiento de los animales feroces, y alimentar y fomentar los animales pacíficos, distribuyendo sus cuidados entre todos, para que se mantenga una perfecta inteligencia entre unos y otros y entre todos y él mismo.
—Hé aquí precisamente lo que que dice el partidario de la justicia.
—Por consiguiente, el que elogia la justicia tiene razón, y el que alaba la injusticia no la tiene. En efecto, ya se atienda al placer, o a la gloria y á la utilidad, la verdad toda está por entero de parte del defensor de la justicia. Nada sólido se encuentra en los razonamientos del que la combate, ni tiene idea ninguna de la cosa misma que combate.
—A mi parecer, ninguna.
—Como su error no es voluntario, tratemos de desengañarle suavemente. Le preguntaremos; mi querido amigo, ¿sobre qué fundamento descansa la distinción establecida entre lo honesto y lo inhonesto? ¿No consiste en que lo uno somete la parte animal de nuestra naturaleza a la
parte humana, ó más bien, divina, y que lo otro somete a la parte brutal y feroz la que es mansa y suave? ¿No convendrá en esto? (Platón, 1997, República. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales. 588a-589b)
ISSN 2605-3489