
Quedan todavía otras posibilidades de una concepción cristiana de la Historia. Hay la doctrina del apóstol San Pablo sobre el hombre y la fuerza que reprime el poder del mal y del Anticristo, retardando así el comienzo de la catástrofe definitiva. Es la doctrina de lo que San Pablo llama con una palabra griega el «Kat-echon», es decir: lo que siglos enteros de la Historia medieval cristiana y de su idea del Imperio se basan en la convicción de que el Imperio de un príncipe cristiano tiene el sentido de ser precisamente un tal «Kat-echon». Magnos emperadores medievales, como Otón el Grande y Federico Barbarroja, vieron la esencia histórica de su dignidad imperial en que, en su calidad de «Kat-echón», luchaban contra el Anticristo y sus aliados, y aplazaban así el fin de los tiempos. (Schmitt, C., 1956, La unidad del mundo, Madrid: Ateneo, 34-5).
ISSN 2605-3489