
«Según parece, en Francia se reconoce más que en Estados Unidos que el islam se ha convertido ya o está en vías de convertirse en una religión nacional más. En los decenios posteriores a la segunda guerra mundial, los franceses no veían en los musulmanes otra cosa que una mano de obra inmigrante de carácter temporal, pero la población musulmana pasó de estar formada por hombres a convertirse en un conjunto de matrimonios y luego de familias cuyos hijos habían nacido ya en el país, y los franceses tuvieron que aceptar que el islam era ya parte integrante de su panorama social. La derecha política deplora, por lo general, esa tendencia, y la izquierda la acepta sólo a regañadientes, pero el francés de cualquier ideología generalmente reconoce que el islam está en Francia para quedarse. El debate francés continúa centrándose en la asimilación, pero ya es evidente que los musulmanes no se asimilan como en su momento, por ejemplo, los italianos, los polacos, los españoles y los portugueses. El proceso de arraigo del islam en Francia se ha debatido y continúa debatiéndose acaloradamente. (AlSayyad, N., & Castells, M. [2003]. ¿Europa musulmana o Euro-Islam? Política, cultura y ciudadanía en la era de la globalización. Madrid: Alianza Editorial, p. 207).
ISSN 2605-3489