«No puede considerarse que Benito Feijoo sea una figura olvidada pero sí oscurecida, porque, siendo benedictino, no cuadra en el organigrama anticlerical de la Ilustración, una de sus señas de identidad más destacadas y queridas. Lo es porque permite igualar Ilustración y protestantismo, y alejar a Francia de su mundo natural, el católico-latino, para incluirla en el club de las naciones protestantes. Feijoo se definió a sí mismo como un «escéptico mitigado», lo cual no le causó problema ninguno con su orden ni con la Inquisición ni con las autoridades de su país. Feijoo no tiene prejuicios con los protestantes».
Roca Barea, María Elvira (2016), Imperiofobia y leyenda negra:
Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español. Madrid: Siruela, 395-6.
ISSN 2605-3489