Fundamentalismos…

Gustavo Bueno 2014El análisis del concepto escolástico de fundamento de las relaciones (como accidentes de la sustancia) nos lleva a concluir que la idea de fundamento no tiene por qué mantenerse subordinada a la idea de relación. La idea de fundamento implica tanto las relaciones como a otras muchas ideas ontológicas o gnoseológicas tales como conexión, sustancia, operación o totalidad.
En cierto modo cabría afirmar que los fundamentos aparecen no ya tanto cuando concebimos al Mundo (Mi) como un conjunto de sustancias o de átomos sustancializados democríteos (entre los cuales se establecen relaciones), sino como un conjunto de estromas o morfologías materiales corpóreas, de totalidades, y no propiamente sustantivas, sino precisamente establecidas mediante conexiones mutuas. De otro modo: los fundamentos podrían entenderse como los cauces (conformados por las diversas morfologías totalizadas) a través de los cuales unas morfologías pueden ejercer su
influjo en otras, de suerte que, a través de operaciones, puedan conformarse términos nuevos en un dominio dado del Mundo (Mi).
El fundamentalismo (es decir, el –ismo) vendría a ser entonces la transformación que, a través del fundamento (concebido como cauce por medio del cual los impulsos globales procedentes de otras morfologías actúan sobre la de referencia) permiten delimitar unas morfologías dadas (morfologías de partida) con otras morfologías de término (o de llegada).

Bueno, Gustavo (2015), Ensayo sobre el fundamentalismo y los fundamentalismos. El Basilisco Nº 44, 13.

revistametabasis.com

ISSN 2605-3489

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