
Sin embargo lo cierto es que la llamada crítica literaria asume ordinariamente el cometido de informarnos con todo el detalle y escrupulosidad posible de «circunstancias» que parecen externas al poema, pero que resultan no serlo siempre, si es que en ellas encontramos las referencias mismas que le confieren su pleno significado poético. La crítica recurre al autor, que lejos de ser segregable enteramente de la obra, como algunos pretenden –Roland Barthes, por ejemplo–, desempeña a veces el papel de hilo conductor de las asociaciones literarias a través de los caminos extrínsecos de la biografía. Es cierto que muchas de estas circunstancias, aunque externas a la inmanencia textual del soneto en concreto, no son sin embargo externas al cuerpo literario constituido por la obra completa del autor, obra que constituye de algún modo un «campo inmanente» de investigación hermenéutica. El Vireno del «collarejo azul» se relaciona obviamente con el manso del soneto que comentamos, que no figura con nombre propio.
Bueno, G. (2009). Poesía y verdad. El Catoblepas, Nº 89, 2.
ISSN 2605-3489