
«Algunos proceden como si todas las escalas de valores pudieran considerarse como ordenables linealmente en una sola escala, o acaso en diversas escalas convergentes, como si fueran las aristas de una pirámide única en cuyo vértice estuviera situado el valor supremo, al cual todos los demás habrían de subordinarse. Pero no hay acuerdo ni consenso sobre cuál sea la naturaleza de ese supuesto valor supremo de esa tabla de valores: ¿la Justicia? ¿la Verdad? ¿la Vida? ¿la Libertad? ¿Dios? ¿la Ciencia? ¿el Racionalismo? ?la Revolución? ¿la Democracia? (Si nos atuviésemos a los criterios de «televisión madura» que parecen regir la actual televisión española, habría que decir que el valor supremo [de la pirámide en cuestión] es “la Democracia”)»
(Bueno, G., 2002, Telebasura y democracia. Barcelona: Ediciones B, 230).
ISSN 2605-3489