
La materia ontológica general desborda los propios límites de nuestras posibilidades de conocimiento, por lo que debe ser estudiada en análisis regresivo desde la materia ontológico-especial la cual estudia los contenidos dados a escala de la conciencia operatoria y que conforman al mundo como realidad ontológica (a su vez, esta parte de la ontología se puede presentar según una modulación «lisológica» o «morfológica»). […]
La materia ontológica general desborda nuestra propia capacidad de análisis, pero dicho enigma (ignorado desde y para siempre —Ignoramus, Ignorabimus—) ha sido una razón evocadora de la propia esencia del arte y muy especialmente del arte musical que por su incorporeidad siempre ha mantenido una especie de «contacto» especial con esta evocación existente (Chuliá, V., 2018, Manual de Filosofía de la Música. Oviedo: Editorial Pentalfa, 97)
ISSN 2605-3489