
Introducida en el discurso médico en 1973 por Norman Fisk y transformada en práctica clínica por el doctor Harry
Benjamin, la noción de disforia de género hereda el modelo ontológico binario que establece distinciones
convencionales y socialmente normativas entre lo masculino y lo femenino, la heterosexualidad y la
homosexualidad; a las que añade la diferencia entre la anatomía y la psicología, entre el sexo como hecho orgánico y
el género como construcción social. Pero, sobre todo, la noción de disforia implicaba para Norman Fisk y John
Money la posibilidad de encontrar y administrar un tratamiento químico y quirúrgico que pudiera disminuir el
supuesto estado de malestar de quienes la padecían y con ello la posibilidad de industrializar una cura capaz de
reducir lo que denominan una «aberración de género» y limitar las expresiones de inadecuación y disidencia
respecto a la norma.
(Preciado, P., 2022, Dysphoria mundi. Barcelona: Anagrama, 24)
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ISSN 2605-3489