La esencia de la dialéctica categorial destructiva, en la dirección del regressus, puede declararse de este modo: dada una categoría, y dados los términos y relaciones categoriales (pongamos por caso: la Moneda, en la categoría económica) que sólo en el cierre categorial pueden realizarse, resulta que los propios contenidos categoriales no están ‘agotados’ por la categoría en la que se realizan. Por consiguiente, el análisis regresivo de los propios contenidos que se sostienen en la categoría y la constituyen, nos remite más allá (metábasis) de la categoría, y nos presenta la propia categoría como una «apariencia». El Espacio, constituido categorialmente en la racionalidad geométrica, debía, al parecer, ser agotado por la Geometría: nada podría decirse propiamente del espacio que no deba decirse «geométricamente» (Schlick). Sin embargo, la situación es la opuesta. El cierre categorial económico determina contenidos específicos (la Moneda, por ejemplo) cuyo análisis —en su especificidad— no queda «agotada» por la propia categoría que los constituyó.
Sobre la moneda es preciso conocer muchas determinaciones «específicas» que no son, sin embargo, propiamente hablando, conceptos económicos, sino Ideas filosóficas (Filosofía económica, si se quiere), que no son previas, sino que brotan de la misma categoría.
La metábasis regresiva toma comienzo, en realidad, en cualquiera de los contenidos de la categoría. Pero aquí, por motivos de brevedad, me atendré al bosquejo de lo que creo puede ser un paradigma de metábasis regresiva a partir de uno de los contenidos más genuinamente característicos de la categoría económica, a saber: la moneda.
Bueno, G. (1972), Ensayo sobre las categorías de la economía política.
Barcelona: La Gaya Ciencia, 113-4.
31 días para el 1 de Septiembre…
Revista Metábasis se aproxima…
ISSN 2605-3489