Si pensamos en la república de Estados de la actual Europa encontramos— por no hablar de un equilibrio de poder sistemáticamente regulado y de sus intereses, que no existe y que por eso mismo ha sido discutido con razón— indiscutiblemente que los grandes y pequeños intereses de los Estados y los pueblos se entrecruzan de la forma más variopinta y variable. Cada uno de estos entrecruzamientos forma un nudo de sujeción, porque en él la orientación de uno hace de contrapeso a la del otro; todos esos nudos forman evidentemente una cohesión del todo más o menos grandes, y esa cohesión ha de ser parcialmente superada en cada cambio que se acomete. De este modo, las relaciones generales de todos los Estados entre sí sirven más para mantener el todo en su actual forma que para producir cambios en él, es decir, esa es en general la tendencia.
Así, creemos, hay que entender la idea de un equilibrio político, en este sentido surgirá por sí mismo allá donde varios Estados civilizados entren en múltiple contacto
Clausewitz, C. (2005). De la Guerra. Madrid: La Esfera de los Libros, 73.
ISSN 2605-3489