«No es asunto de este libro, pero hago notar que los territorios de un imperio, cuando este se derrumba, pasan por una larga etapa de problemas sociales y políticos, y se ven arrastrados por toda suerte de tendencias disgregadoras que generan una enorme conflictividad. Y esto sucedió en Hispanoamérica y en España por igual. El feudalismo es el resultado de la caída del Imperio romano, esto es, del fracaso del Estado. Se genera automáticamente una situación feudal siempre que se produce esta quiebra estatal, porque el feudalismo no es más que la búsqueda de alianzas personales por encima de la ley. El mundo se vuelve demasiado inseguro para confiar en extraños. Consciente de que la situación de Hispanoamérica era pareja a la de Europa tras el fin del Imperio romano, Simón Bolívar dijo que era necesario dejar que América del Sur hiciera su Edad Media. De semejante manera, viven los Balcanes en un estado de angustia permanente. Las terribles guerras que allí se han comenzado tienen una relación directa con el final del Imperio otomano y el Imperio austrohúngaro. El Imperio español hizo durante varios siglos que el milagro e pluribus unum fuera posible, y cuando el imperio faltó, afloraron todas las diferencias de sustrato, que eran enormes, y lo que triunfó fue ex uno, plures»
Roca Barea, María Elvira (2016), Imperiofobia y leyenda negra:
Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español. Madrid: Siruela, 347.
ISSN 2605-3489