La independencia mexicana generó consecuencias para los españoles que aun habitaban
en la recién fundada república, dado que el monarca Fernando VII no la reconoció aún
como nación. Sin embargo, suscito el éxodo de ibéricos que retornaban a España. La
economía se resquebrajo en México, porque estos españoles eran parte primordial en
cada Estado en la inversión de capital, en las distintas ramas económicas. En este fenómeno de la deportación, los Estados Unidos de Norteamérica influyeron, dado que aportaron ideología y capital para que el partido político yorkino organizara grescas en
contra del imperio mexicano representado por Agustín de Iturbide. Para los norteamericanos, era esencial que la monarquía desapareciera: en el partido escocés aún
añoraban que en la nación se mantuviera la figura de un rey.
López del Campo, E. I. (2022). La expulsión de los españoles de México.
«Reseña» a Sims, H. D. (1985). La expulsión de los españoles de México.
México: Fondo de Cultura Económica, 299 páginas. Revista Metábasis, Nº 12, 89.
ISSN 2605-3489
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