
Lo que me encontré cuando me paré ahí […] fue una especie extraña de estrella de mar colosal, seis brazos, más grande que un sartén, sangraba un dorado oscuro en el agua quieta como si fueran llamas. La mayoría de nosotros profesionales habíamos acuñado le habríamos bautizado bajo el nombre científico de “el destructor de mundos”. Cubierto en espinas, mientras que, a lo largo de sus bordes, podía ver en su contorno en un verde esmeralda para los cilios traslucidos más delicados, miles de ellos, propulsándolo a lo largo de su ruta de acecho; otra estrella marina, pero más pequeña. […] Entre más la veía, menos comprensible esta criatura era para mí. Entre más extraña se me hacía, más crecía mi sensación de no saber nada en lo absoluto –nada sobre naturaleza, nada sobre ecosistemas. […] Y si la continuaba mirando, sabía que al final tendría que admitir que sé menos que nada sobre mí misma, sea verdad o mentira.
(VanderMeer J. (2021). Annihilation.
Inglaterra: Fourth State)
ISSN 2605-3489