Para un pesimista como Mainländer que habiendo terminado de escribir toda su doctrina filosófica, que estamos comentando aquí, se suicidó: «El conocimiento de que la vida carece de valor supone el apogeo de toda sabiduría. La carencia de valor de la vida es la verdad más simple; pero, al mismo tiempo, la más difícil de conocer, porque se presenta oculta por incontables velos. Estamos, por así decirlo, sobre ella ¿cómo podríamos encontrarla?» (257). Todo el desarrollo histórico de la humanidad camina hacia el bienestar y hacia la búsqueda de la felicidad. El socialismo, al concederle bienestar material al pueblo permitirá a las masas darse cuenta de que la vida no vale nada. «En el Estado ideal, la humanidad realizará el “gran sacrificio”, como dicen los hindúes, es decir, morir» (325). En el Estado ideal toda la humanidad será ciudadana. Lo principal será la ciudadanía. El ciudadano será un hombre absolutamente libre. Será el hombre completamente emancipado. Ahora el hombre busca la muerte, la nada, el Nirvana, la muerte absoluta. Así pues la civilización es el movimiento de toda la humanidad y va desde la vida a la muerte absoluta. Sigue la humanidad una ley única: la ley del dolor, cuya consecuencia es el debilitamiento de la voluntad. Se va del ser al no ser, de la vida a la muerte. Toda la humanidad está consagrada a la aniquilación.
Giménez Pérez, F (2018). Philipp Maidländer. Filosofía de la redención. «Reseña» a Mainländer, Philipp (2014), Filosofía de la redención. Madrid: Ediciones Xorki, 2014. Revista Metábasis, Nº 1, 78.
ISSN 2605-3489