
¿Cómo identificar, en términos políticos, esa unidad interna que
durante los siglos VIII al XV ha ido formando la «concavidad de la esfera
peninsular»? Desde luego, no es la unidad de una nación política, como
hemos dicho. Tampoco es un «conglomerado de naciones», que no existían como tales. Ni es un conglomerado de Reinos. El término «conglomerado» es un término confuso que designa antes el problema implícito en la definición de la unidad que la solución a este problema. Estamos ante una koinonia política, ante una sociedad cuyos diferentes reinos se codeterminaban por una «sinergia histórica» en torno a un eje imperialista.
Bueno, G. (1999). España frente a Europa. Barcelona: Alba, 164.
ISSN 2605-3489